Anna Göldin, la última bruja

Sinopsis

Anna Göldin, la última bruja, dirigida por Gertrud Pinkus y protagonizada por Cornelia Kempers, narra la historia real de Anna Göldin, la última mujer ejecutada por brujería en Europa en el siglo XVIII. Ambientada en Suiza, la película explora la trágica vida de Anna, una sirvienta acusada injustamente de brujería en un contexto lleno de superstición, desigualdad social y conflictos de poder. A través de un enfoque dramático e histórico, la película refleja las tensiones sociales y la lucha de una mujer inocente contra las acusaciones manipuladas que la condenaron, ofreciendo una crítica profunda sobre la justicia y los prejuicios de la época.

Elenco

• Cornelia Kempers

  Anna Goeldin

• Luca Kurt

  Anne-Miggeli Tschudi

• 

  Rüdiger Vogler

  Dr. Tschudi

• Ursula Andermatt

  Frau Tschudi

• 

  Dominique Horwitz

  Kubli

• 

  Anne-Marie Blanc

  Frau Zwicky

Reseñas

La película "Anna Göldin, la última bruja" ha recibido críticas mixtas que destacan tanto sus méritos como sus limitaciones. En IMDb, la película tiene una puntuación de 6.4/10, lo que indica una recepción promedio por parte de los usuarios. Los críticos han elogiado la interpretación de Cornelia Kempers, cuya actuación ha sido descrita como convincente y emotiva, aportando profundidad al personaje de Anna y transmitiendo el drama de una mujer atrapada en circunstancias trágicas. Por otro lado, algunos análisis señalaban que el ritmo narrativo a veces resulta lento, lo que puede dificultar la conexión del espectador con la historia. Rotten Tomatoes no tiene una puntuación oficial para la película debido a su lanzamiento limitado, pero los comentarios en foros y blogs especializados reconocen el valor histórico y el enfoque respetuoso hacia el contexto de la época. Metacritic no muestra una calificación formal tampoco, pero el consenso de la crítica destaca la importancia del filme como reflejo de un episodio oscuro en la historia europea, aunque algunos consideran que la producción podría haber profundizado más en los detalles sociales y políticos que llevaron al juicio de Anna. En conjunto, la película es valorada como un drama histórico relevante, que, pese a sus imperfecciones, ofrece una perspectiva significativa y emocional sobre uno de los últimos casos de persecución por brujería.